Hablemos de GOSPEL: un género musical moldeado por las mujeres
- Arianna Bartolozzi Bellantuono
- 16 jun
- 2 Min. de lectura

La música gospel es música cristiana. Desde sus orígenes, se usó para expresar la fe, procesar el dolor, aferrarse a la esperanza y desarrollar un sentido de comunidad. Nació del sufrimiento, pero también de la creatividad y la alegría.
Aun así, no hace falta ser religioso para sentirla: tiene la capacidad de ir más allá de todo. Llega al corazón, sin importar en qué se crea. Es emotiva, poderosa y absolutamente auténtica.
La historia del gospel y su impacto global
El gospel tiene raíces en los spirituals, los cantos entonados por las personas esclavizadas en Estados Unidos. Esas canciones llevaban mensajes de esperanza y resistencia. Con el tiempo, se transformaron en algo nuevo y pasaron a formar parte activa de la iglesia protestante afroamericana, donde se usaban para alabar al Señor. A principios del siglo XX, Thomas Dorsey y otros artistas similares mezclaron esos mensajes espirituales con sonidos del blues y el jazz.
Este género siempre estuvo fuertemente influenciado por las mujeres. La leyenda Mahalia Jackson es solo un ejemplo. Innumerables directoras de coros locales eran mujeres: es un género donde las voces femeninas brillan, muchas veces literalmente en el centro del escenario.
A nivel global, incluso en los países mediterráneos, los coros gospel existen desde el siglo XX, pero realmente cobraron fuerza a partir de los años ’70, y aún más en los ’90 y 2000.
Ya forma parte de lo que escuchamos
El gospel influye en mucha de la música que ya conocemos. ¿Ese coro en Like a Prayer de Madonna? Es el gospel levantando toda la canción. O La mia parola, presentada en Sanremo 2024 por Shablo, Guè, Joshua y Tormento: el coro gospel le sumó algo rico e inolvidable a su presentación en el festival. Mostró lo bien que el gospel encaja incluso en el mundo moderno, aun con temáticas que no tienen que ver con la religión. Escuchamos sonidos gospel en el pop, el hip hop, el rock y las bandas sonoras de películas. Aparecen cuando la música necesita alma, profundidad o ese empujón extra.
El gospel siempre se siente profundamente humano: nos conecta con algo más grande que nosotros, ya sea Dios, la comunidad o simplemente la emoción que transmite la canción. El sonido también fue cambiando con el tiempo. Kirk Franklin, Tasha Cobbs Leonard y Maverick City Music, entre otros, tomaron el gospel y lo hicieron actual. Los artistas modernos mantienen el mensaje y el estilo pero lo mezclan con otros géneros como el R&B y el rap. El resultado es una música que suena fresca pero sigue estando profundamente enraizada en la tradición.
La música gospel es conexión: eleva, consuela e inspira. Es honesta, es arte y recibe con los brazos abiertos a quien esté dispuesto a escuchar. Como todas las formas de arte su valor debería ser reconocido independientemente de las creencias personales de cada uno.