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‘LUX’ de Rosalía: La Fe Convertida En Arte

Tras más de tres años de silencio, la artista catalana regresa con LUX, un álbum que une lo sagrado y lo humano a través de la música, las lenguas y la emoción. Es una obra orquestal y multilingüe que se mueve entre la plegaria y el deseo, entre el flamenco de sus raíces y una espiritualidad moderna que desafía fronteras.


Rosalía

Meses de expectativa

Durante meses, el público había seguido un verdadero juego de pistas. Desde mediados de año, los fans de Rosalía esperaban que el 4 de septiembre, día de Santa Rosalía, trajera algún anuncio sobre su nuevo álbum: el título, la fecha o al menos una pista concreta. En su lugar, la artista publicó una selfie junto al retrato de la santa pintado por Anton van Dyck, y volvió al silencio. Hasta ese momento, lo que se sabía era poco pero significativo: Rosalía estaba trabajando en un proyecto profundamente espiritual e introspectivo, alejado del frenesí de Motomami y concebido en la intimidad creativa que, como ella misma dijo en Elle USA, “una semilla necesita para crecer”.



La campaña de lanzamiento y Berghain

La promoción previa al lanzamiento fue una performance en sí misma. El 14 de octubre, Rosalía cambió su foto de perfil por primera vez desde Motomami, sustituyéndola por un destello luminoso. Poco después desactivó su cuenta de Twitter (X), dejando un último tuit: “LUX = LOVE”. Ese mismo día publicó un photodump en Instagram donde podía verse una camiseta con la inscripción “god complex” en una taberna en Polonia. Paralelamente, estrenó su boletín en Substack con un texto titulado Una escalera hasta Dios, en el que reflexionaba sobre el cuerpo como instrumento musical y sobre la creatividad como vía de trascendencia, acompañado por una imagen de María Callas.


En los días siguientes, comenzaron a aparecer partituras llamadas Berghain en lugares emblemáticos de Madrid, Nueva York y otras ciudades, desatando teorías sobre la fecha de estreno del álbum. El 20 de octubre, Rosalía culminó la campaña con una aparición sorpresa en la Plaza del Callao: vestida de blanco, con un halo dorado en el cabello y un rosario colgando del coche, reveló la portada de LUX y su fecha de lanzamiento, 7 de noviembre.



En la tarde del lunes 27 de octubre, Rosalía lanzó Berghain, el primer sencillo del álbum, junto a Björk y Yves Tumor. Con este tema, que toma su nombre de una famosa discoteca berlinesa, Rosalía confirmó el tono sacro y vanguardista de esta nueva era. El videoclip, dirigido por Nicolás Méndez (CANADA), presenta una imaginería cristiana intensa: un ciervo que se transforma en humano, una paloma blanca que simboliza la redención, y la artista envuelta en luz como si asistiera a su propia transfiguración.



Trece idiomas para trece santas

LUX está construido como un viaje místico en trece lenguas. Rosalía explicó que cada idioma está asociado a una santa o figura espiritual de una cultura distinta. Entre las más destacadas se encuentra Mio Cristo Piange Diamanti, una plegaria lírica en italiano que se mueve entre el amor y la fe; y De Madrugá, un tema que combina el español y el ucraniano, inspirado en Olga de Kyiv, símbolo de venganza y conversión espiritual. En esta última, Rosalía une ambos idiomas en un mantra que repite: “De madrugá, de madrugá (На світанку)”.


Esta diversidad es palpable también en las colaboraciones. Además de Björk y Yves Tumor, LUX cuenta con la participación de Yahritza y su Esencia en La Perla, un tema de raíces acústicas que muchos fans interpretan como dirigida a Rauw Alejandro (otros a C. Tangana). La producción vuelve a reunir a Rosalía con El Guincho, Noah Goldstein y Sir Dylan, responsables también de parte del sonido de Motomami. El toque sinfónico lo aporta la Orquesta Sinfónica de Londres, acompañada por la Escolanía de Montserrat, cuya inclusión ha generado debate entre los independentistas catalanes por el uso del español en los coros.


Ecos del sur de Europa

En medio de su universalidad, LUX también vuelve los ojos hacia el sur del continente, donde el alma del flamenco, el fado y la canción popular mediterránea se entrelazan. Destacan La Rumba del Perdón, con ecos de rumba y reflexiones sobre el perdón religioso, y Memória, una emotiva colaboración con la fadista Carminho, que se erige como una de las joyas más conmovedoras del álbum. En ella, ambas artistas se buscan como dos almas separadas por el tiempo, uniendo sus voces en un canto que trasciende idioma y frontera.


Además, en una de las canciones exclusivas para las versiones físicas (CD y vinilo), Rosalía se inspira en su tocaya para cantar en siciliano. En Focu ‘ranni, que significa “gran incendio”, la cantante habla de la sensación de liberación tras una ruptura.


“Tírame magnolias”

El disco cierra con Magnolias, una balada fúnebre en la que Rosalía imagina su propio funeral. “Algún que otro navajazo me he llevado de la vida”, canta con voz quebrada, mientras las cuerdas ascienden hacia la luz. Las magnolias, símbolo de pureza y sacrificio, representan a Santa Flora, una monja que abandonó su convento para cuidar enfermos.La artista concluye con una frase que resume todo el espíritu del álbum:

Y lo que no hice en vida, lo hacéis en mi muerte.

Una reflexión sobre el arte que trasciende la carne, sobre la fe como acto creativo y sobre la belleza que nace del dolor.


Con LUX, Rosalía no solo entrega su trabajo más ambicioso y maduro hasta la fecha, sino también una declaración de principios: la espiritualidad puede ser tan experimental como el pop, y la vulnerabilidad, tan poderosa como la fe. Si Motomami fue una explosión de carne y caos, LUX es su contraparte luminosa: una misa contemporánea en la que la artista convierte el dolor en eternidad.


Podéis escuchar LUX de Rosalía aquí:



 
 
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